Una tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés) es una prueba de imagen que ayuda a revelar cómo están funcionando sus tejidos y órganos. Una tomografía por emisión de positrones utiliza un fármaco radiactivo (marcador) para mostrar esta actividad. Esta exploración a veces puede detectar la enfermedad antes de que aparezca en otras pruebas de imágenes.
El marcador se puede inyectar, tragar o inhalar, según el órgano o tejido que se esté estudiando. El marcador se acumula en áreas de su cuerpo que tienen niveles más altos de actividad química, que a menudo corresponden a áreas de enfermedad. En una tomografía por emisión de positrones, estas áreas aparecen como puntos brillantes.
Una tomografía por emisión de positrones es útil para revelar o evaluar varias afecciones, incluidos muchos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas y trastornos cerebrales. A menudo, las imágenes PET se combinan con tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para crear vistas especiales.